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CAPITAL

Agrupando cuentos ya realizados después de asistir al taller de Álvaro D'Marco completo lo que presentaría como mi primer acercamiento a la cuentística. Entendiendo sobre esta forma de hacer literatura y haber recibido enseñanza desde el colegio sobre cómo identificar cosas como el asunto, el motivo y sinopsis de una obra de este estilo decido emprender y crear.

con variedad de temas agrupados bajo el título del libro muestro en total las fromas de la brevedad. Recursos como el diálogo resultan atractivos en momentos de exhibir posturas. A veces partiendo de una premisa clara y en otras participando del acto creativo.

Publicada en el 2021 por Sultana del Lago Editores.

Sitio web de Sultana: https://sultanadellago.com/

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Portada de Capital de Pedro Massaroni
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PRESENTACIÓN PRESENCIAL

LECTURA DEL LIBRO

UN CUENTO

EL MAR

 

Esta sería la última vez que se verían. Estuvieron juntos muchas vidas. Era el fin de los tiempos. Estuvieron juntos en el comienzo. Cuando solo eran manadas y cuando el lenguaje no estaba creado. En esos tiempos eran todo muy brusco incluso su amor fue tan desmedido. Él la tomo como pareja desafiando a la muerte en combate con otros. La aparición de la agricultura fue todo un suceso. Les gustaba sembrar y sorprenderse mutuamente con sus cosechas. Después estuvieron cuando se creó el habla. Se decían palabras de amor buscaban en ellos más formas de expresarse. Sus léxicos conocieron lo que no podían expresar en el otro. Más tarde cuando se creó la escritura. Se escribían en todos lados. Sus nombres primero y después cuentos sobre ellos y sus días de romance. La imprenta también la vivieron. Fue entonces cuando una pequeña distancia los separó. Rompieron con sus condiciones y lograron unirse. La era de la globalización. Compartían cualquier tipo de archivo y documento. Los que eran y los que no eran sobre su amor. Como también en esa época lograron ver su trayectoria como humanos. Fue algo rudo al comienzo. Podían viajar desde su ordenador a otros momentos pasados. Claro que no sabían de sus viejos romances, pero las características de las épocas los dejaron sin aliento al verse en ese momento actual. Y por ahora, en el mar, el fin de la civilización. Todas esas veces se consiguieron de manera espontánea gracias al destino.

 

Él tenía la barba larga, como de costumbre en su apariencia a lo largo de varias reencarnaciones. Es un hombre de gran tamaño. En anterioridad lo había tenido todo como también no había tenido nada. Sus trabajos dependían de la sociedad y las necesidades. Ella tenía el pelo liso como de costumbre. Las familias que formaban ambos eran habitantes soberanos. Sus relaciones duraban toda una vida. Cada momento en la tierra se basaba en la otredad. Ella siempre fue muy delicada, pero a su vez consciente de su fortaleza. Ahora en el mar ambos se conocerían por una ola que los uniría para siempre. Su amor cada vez mas dependía de él como primero en entablar conversación, pero esta vez fue distinto, fue mutuo. Ambos se sostuvieron cuando la ola fue a impactar y de ahí en adelante no se soltaron más. Estaban en el mar por razones diferentes. Nunca se habían conseguido fuera de la tierra. Él estaba en el agua por querer pescar. Ese era su trabajo final. Ella estaba en el agua por querer surfear. Se fueron acercando a medida de que las olas crecían. Como en un baile. La luna había estado completa hacía unas noches.

Él pensó haberla conocido de antes, y era cierto. La había visto en la arena, varios kilómetros lejos de donde él vivía. Ella paseaba por toda la costa para distraerse. Fue entonces cuando juró volver a verla y a hablarle. Le había dejado muy dentro de él un ansia por conocerla. Su forma. Su manera de caminar. El hecho de que ella surfeara olas. Lo relacionado que tenían con el mar y sus vidas. A pesar de que esta sería la última vez que estarían juntos, el sentimiento de que duraría toda su vida a su lado no fue erróneo. Gracias a la ola esto fue innecesario. El no tuvo que arriesgarse. Simplemente sucedió. La ola los revolcó tan lejos que llegaron a la orilla. El mar tan amplio como si no tuviera fin daba comienzo a este encuentro tan fugaz. Debido a que se conocen desde que la humanidad existe no tuvieron problema en congeniar. Él buscaba desenredar su caña de pescar de la tabla de surf de ella. Cuando la miró a los ojos y se presentó. Ella respondió muy cordialmente, pero sintió en el cuerpo ese contacto que no había sentido nunca. Fuera del agua muchos se preocuparon por la revolcada de ambos. Fueron a ayudar pero vieron que podían arreglárselas. El pescador y la surfista. Era así que tenía que ser.

Hubo una vez en la que a él lo crucificaron y ella quedó sola hasta que el volvió. Otra vez él quedó congelado en un glacial. Una de las veces, fue disparado en la cabeza por un asesino. Y así cada vez que estaban juntos algo sucedía que los separaba momentáneamente. Ellos no sabían de sus vidas anteriores por lo que cada vez era la primera vez que se veían. Pero hubo muchas veces. Veces en la que la familia de él era más importante socialmente. Otras en la que la de ella era más influyente. Veces en las que él formaba un Imperio literalmente. Otras en las que dependía de ella el Imperio de otros. Con todo y eso sus relaciones se basaban en el más profundo amor. El respeto que se sentían nunca les dejó hacerse mal. En todas las oportunidades fueron celebrados como los mejores en sus áreas y por ende como de las mejores, sino la mejor, pareja del momento. Es un amor ejemplar decían. El núcleo de su amor era tan recóndito como los confines de las galaxias. A pesar de la estrellas y de los planetas cuando él nacía ella volvía a estar y viceversa. La edad no importaba mientras que se consiguieran en algún momento. La vida en la orilla había aconteció después de la comuna. Toda posesión privada fue reducida a parte del estado. Todos tenían sexo y el libertinaje llevo a la sociedad de vuelta a un estado primitivo. Cerca del mar la vida era resultante gracias al agua y a la vegetación. Todo se daba para bien ahí. La vida prosperaba. Ella se enamoró de él inmediatamente. La globalización había sido un desastre. Muchos vieron un poder individual que no existía sino en sus mentes. Fue muy trágico. Pues las personas dejaban atrás cosas de suma importancia como la familia y los familiares. El éxito de las personas se medía de forma inverosímil. Los grandes auges mostraban la falla. Los gobiernos comenzaron a creer en una igualdad que tomaría a toda costa las libertades de sus pueblos. Como una maldición generacional el declive fue previsto por algunos. Otros fueron arrasados por la inclemencia. El hambre entre algunos de los males, al igual que la pobreza fueron fatales para algunos. El límite de reencarnados no era infinito hasta que se demostró, pero fue entonces cuando el valor de la vida vino a flote.

Como un ojo que busca ver a su pareja. Ellos se buscaban en cada oportunidad. El mar siempre estuvo ahí desde que ellos comenzaron a vivir. Ola tras ola se acercaban más. Sus destinos estaban cruzados cual agua y sal en el océano. Ellos podían hacerlo todo. Una vez se conocieran. Tenían en sí el poder gobernar, pero también tenían otros tipos de poderes sobre las personas. En vez de resucitar a un hombre podían resucitar a mujeres. Es el fin de los tiempos. No habría un mañana seguro. Después de que los revuelca la ola es el sol quien los seca en unión. Es la luna quien espera su turno para consumar su amor. Es la arena donde pisan. Ellos empiezan una vida juntos. Claro que él fue mujer y ella hombre. Pero lo importante es que se aman de manera que el día y la noche son solo espuma en la conciencia.

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