por publicar
Como comencé publicando material que tenía y que claramente después de pulir pude hacer llegar a editoriales, ahora tengo tiempo para seguir con mis creaciones. Algunas ya están listas y lo que falta es ponerse de acuerdo y firmar contratos. Apenas estoy comenzando con algo que me apasiona en gran medida y mientras consiga tiempo para poder lograr realizar mis metas seguiré creando.



capital 3
Esta entrega de cuentos que sigue teniendo el mismo título de la primera contiene nuevos cuentos de diversa temática. A lo mejor con mayor impacto y buscando en la brevedad la contundencia, cada cuento es una realidad en la que convergen aspectos que pueden ser contradictorios por sus bagajes. Sin ánimos de crear polémica, se quiere exhibir desenlaces de situaciones sin llegar a ser tan empático.
Ya está terminada y no falta detalle sino puntualidades como portada y maquetación. Está en las manos de la editorial Sultana del Lago Editores con fecha de publicación para el 2024.
UN CUENTO
Gasolina
Ella camina por el túnel. Da pasos simétricos. Pareciera que no quiere pisar las líneas de coyuntura del asfalto. Toda la ciudad estaba afuera como también el campo. El túnel era considerado como un espacio intermedio. La longitud del camino dentro de la montaña era de kilómetros. El país entero estaba orgulloso de la construcción de esta obra. Estaba la vía de los vehículos y la de los peatones. Adentro no se podía distinguir qué hora era. Lo importante es que había tránsito.
Carros que pasaban rápido en una recta que después tenía leve curvas. Motos que aceleraban y dejaban tras una estela. Camionetas y vehículos pesados andando entre carriles que están muy conexos entre sí. Ella continuaba y cuando veía hacia los carriles no identificaba las rápidas entidades que solo fluían. La velocidad no le aterraba. La distancia para salir a lo mejor era la misma para entrar.
El aire no es puro y con cada pisada de pedal se contamina más. La combustión no discrimina si hay peatones. Ella sola estaba en la acera del túnel. No veía en el horizonte a nadie más. Cada faro de luz reflejaba una pequeña sombra en el piso. Ella siente una disrupción en sus pasos, en vez de no pisar las líneas ahora las pisaba y creía que cada vez que pisaba pasaba un vehículo.
Ve para las paredes del túnel y nota que hay grafitis. Algunos de nombres de personas como Fred, Jim, Brian, que son los menos artísticos. Grafitis de nombres ficticios o palabras ilegibles. Otros más ornamentados que son siglas, tal vez nombres de pandillas. Se imaginaba que ella podía también escribir, pero no se acordaba de su nombre. Pensó que al salir del túnel le darían algún apodo.
En ese momento suena un estruendo de aceleración, voltea e intenta enfocar. Es un camión de gasolina. Ella sabe que ellos son los que están más apurados. El ruido se vuelve insoportable. Cuando la tiene cerca mira atentamente en sitio del conductor. No hay nadie. Abre bien sus ojos y empieza a ver en otros vehículos. Ninguno tiene conductor.
Entra en pánico y decide que se parará en mitad de los carriles cuando escucha un frenazo y después un gran choque. Corre hacia donde fue el impacto por la acera y ve que unas marcas en el piso de llantas primero, luego ve que el camión había golpeado con su trompa a un carro que estaba adelante.
Como ella escucho primero el freno, asumió que el carro frenó descuidadamente y el camión lo impactó. Ve en el puesto del piloto, pues el camión había colapsado los puestos traseros del carro, y hay alguien.
Ella corre y abre la puerta. Sale un ser con alas hermosas. Plumas doradas y relucientes. Brillo y destello que solo la tenue luz del túnel puede transmitir. Ella ve su cara y no puede entender cómo tanta belleza puede estar en un ser. Sus pupilas se dilatan y suelta una lágrima. El ángel la agarra y la lleva al final del túnel.