Lejos de quiebre

Las rupturas tienden a reclamar un esfuerzo que a veces suele ser sobrevalorado. Tampoco decir que la intención es lo que cuenta nos acercará a asociarnos con un resultado. A veces requerimos utilizar lo que hemos aprehendido y buscar que nuestro esfuerzo valga. Arriesgarnos no solo puede traer victoria sino que dejamos que la ruptura también sea un final y eso no nos quita el esfuerzo.

La perplejidad y la constante búsqueda tal vez no puedan ir al unísono. La inercia de estar quieto puede ser tan perjudicial como la inercia de no deternerse. Saber retirarse de cada una parece que es un indicio de esfuerzo. Entender que solo al aceptar cómo puede ser el esfuerzo algo que se debe tener en ambas es no dejarnos de sorprender por nosotros mismos. La ruptura puede ser simplemente un fracaso o una victoria de uno de nuestros esfuerzos.

La práctica no siempre nos asegura que a donde vayamos podamos recibir los premios por nuestro esfuerzo. Queda claro que la elección de una técnica o método para lograr algo puede que deje por fuera una condición o circunstancia de valor en la actuualidad. Los premios de ser un reconocimiento no personal hace que se entienda que entre perplejidad y búsqueda hay otra cosa. Personificar una cierta naturaleza es como decir que la intención es un esfuerzo.

Este mes de marzo pude ver más allá de lo que la intención es a la ruptura lo que el esfuerzo es a las técnicas y prácticas. Cada aspecto que comenté en la primera entrada de este blog me motiva, tanto a quedarme quieto como a buscar. En parte ser aprehendido en una forma de agradecer es tal vez entablar una relación. Ls certezas y los hechos solo nos dan conocimiento de inercias que no se detienen, agradecer en el mes de mi cumpleaños por tan gran nivel de hallazgo que es el presente simplemente me toma un momento, gracias, y dejo que fortalezca incluso este espacio compartido.